viernes, 17 de octubre de 2014

Obediencia Perfecta




Julian (Sebastián Aguirre) llega al seminario donde pretende volverse un gran padre hasta que poco a poco se va convirtiendo en el favorito del cura Ángel (Juan Manuel Bernal). Esta nueva relación comenzará a crecer cuando el cura elija al pequeño para convertirlo en su aprendiz lo cual provocara una reacción muy singular en Julian puesto que esta nueva convivencia no es lo que aparenta.


Obediencia Perfecta es una más de las película mexicana que atacaron nuestros cines con la idea de tocar un tema delicado y explotarlo de una manera inusual en la pantalla pero desgraciadamente no lograron su objetivo ya que el tema central de la película es la pederastia que se comete en muchos lados de parte de los curas con los más pequeño pero en este intento de película basado en un hecho real no logran trasmitir el crimen que realmente está viviendo. La secuencia es el mayor problema de toda la película ya que tenemos un inicio lento donde conocemos a Julián  y a su familia lo que nos sirve para familiarizarnos con el personaje central sin embargo esto dura demasiado y al llegar al climax de la cinta todo ocurre de manera veloz.


La atracción del cura Ángel hacia el niño no se ve nunca puesto que este está presente pocas veces de un momento a otro la relación entre ambos personajes crece de manera espontánea provocando que el público no se llega a identificar con nada de lo que ocurre ya que la extrema falta de profundidad sobre esto demerita mucho el trabajo realizado. Aplaudo el poco uso de groserías y el manejo sutil del tema de la pedofilia que si bien siempre es implícito logra cautivar las cosas que pasan sin embargo las reacciones de muchos personajes no cuadran con el contexto de la película. Por otro lado tenemos a Sebastián Aguirre quien da vida a Julián, lo agradable de esto es ver a un joven ser un joven inocente que no sabe que es lo que está ocurriendo sin embargo Aguirre no logra trasmitir lo que de verdad está sufriendo ni su gran amor por el hombre que lo está pervirtiendo.



De la misma forma corre la actuación de Juan Manuel Bernal quien nunca profundiza lo suficiente en su personaje por lo que entendemos que sucede pero no captamos el grado de perversión que este tiene, a pesar de que las actuaciones no son del todo pésimas el guion carece de mucha fuerza perdiéndose por completo lo que ocurre dentro de la cinta con una dirección bastante extraña que intento volverse cine de arte pero lo único que consiguió fue caer poco a poco. 

0/10

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