martes, 26 de agosto de 2014

Guten Tag, Ramón


Ramón (Kristyan Ferrer) es un hombre común que trata de cruzar al otro lado con el fin de conseguir trabajo para poder tener el dinero necesario para mantener a su familia pero la suerte no ha estado de su lado hasta que un día con la ayuda de un amigo decide irse a Alemania donde pretende salir adelante. Cuando llega a este país las cosas no salen como las tiene planeadas y una vida por las calles comienza, poco a poco la vida le sonríe a este hombre cuando la sencilla Ruth (Ingeborg Schöner) se le pone enfrente pues con un poco de ayuda y mucho carisma será que Ramón no solo gane el dinero que pretende si no el cariño de todos los que le rodean.


Guten Tag, Ramón es una de esas películas mexicanas que por alguna razón capturaron mi atención desde el primer avance, que vi hace ya varios meses, después por un tiempo esta desapareció y con la proximidad de su estreno volvió a mi mente sin embargo el miedo de que fuera a ser una decepción, como suele suceder con el cine nacional, seguía presente pero vaya sorpresa fue entrar a esta cinta y descubrir una historia llena de corazón pero sobre todo de inocencia; esto último es lo que vuelve a Buenos días Ramón una de las mejores película que este 2014 tiene para darnos. Pocas veces entramos a una sala de cine donde no existe una sola persona que no se ría, llore u enoje al mismo tiempo conforme vemos que es lo que ocurre en pantalla.


Guten Tag, Ramón nos trae una historia sobre migración muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver; aquí tenemos a un hombre que busca de manera desesperada una solución a sus problemas y cuando una oportunidad se le presenta viaja al otro lado del mundo para poder tener un poco de suerte pero más allá es la historia de dos personas que necesitan ayuda mutuamente y que el corazón noble de ambas creara el lazo necesario para poder ser ellos quienes le den al otro lo que tanta falta les hace. Dentro de todo esto tenemos dos grandes personajes como lo son Ingeborg Schöner quien nos da a esa mujer ya grande que lo único que necesita es un poco de alegría en un su vida y que la misma soledad es la que le pone el corazón en las manos. Kristyan Ferrer, quien se roba la cinta entera, con su gracia e inocencia nos compra desde el principio como un ser humano que solo busca ayudar a quien tanto lo necesita y un claro ejemplo de que todo es posible si se hace con ganas.



Existen grandes momentos dentro de esta cinta donde no solo conocemos a los dos personajes tan a fondo que logramos entenderlos por completo sino que además de ello nos demuestran que las palabras no son el único modo de darse a entender, si no que idiomas hay muchos, pero sobre todo que en este mundo que parece acabado aún existen personas de gran corazón. Una historia que nos robara corazón en muchos aspectos que sí duda demuestra que aquí en México pueden existir grandes proyectos sin necesidad de tener guiones con tanta basura dentro de ellos. 

10/10 


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